Siempre me ha parecido muy simbólico el pasaje que se narra en el emblemático libro de “Don Quijote de la Mancha” cuando Don Quijote en su imaginación confunde molinos de viento con enemigos fuertes y poderosos ante los cuales él debe luchar y defenderse. Cuántas veces hemos hecho lo mismo, librar cruzadas ante “imaginarios” enemigos, luchamos con todas nuestras armas y comenzamos una batalla sin fin hasta que pensamos que hemos vencido o nos rendimos
La mayoría de las veces, esos enemigos no son tales.
Hemos creado en nuestra mente un sinfín de amenazas, peligros y juicios que nos hacen sentir amenazados por algo o por alguien, vivir de esa manera siempre a la defensiva, a mi modo de ver “no es vida”, por el contrario esta forma de vivir genera mucho dolor, tensión y sufrimiento.
Es importante reflexionar ¿por qué pensamos que debemos defendernos?, incluso preguntarse ¿qué es lo que estoy defendiendo?, si indagamos en esto, nos podemos dar cuenta que a veces estamos defendiendo posturas personales y/o creencias, y eso no es más que una muestra de nuestra propia rigidez e inflexibilidad.
Queremos que las cosas, y las personas sean como nosotros, sin tomar en consideración que somos seres distintos y esa diversidad es lo que nos hace humanos. Cuando nos liberamos de la sensación de que estamos siendo atacados nuestra alma se siente en paz, y nuestro cuerpo deja de estar tenso y presto para pelear.
La sensación de que no tengo que luchar es liberadora.
Una vez que tomamos la decisión de manera consciente, de que no existen enemigos, automáticamente todas esas armas que hemos estado fabricando y cuidando dejan de tener sentido y por arte de magia desaparecen, y con ellas se llevan nuestros juicios, la necesidad de tener razón, la necesidad de control y eso produce una liberación indescriptible.
Cuando decidimos dejar de pelear, luchar y soltamos las armas en un acto de rendición, asumimos nuestra responsabilidad de como decidimos vivir nuestra vida, apostamos por disfrutar las experiencias y dejar de tomarnos las cosas de manera personal; haciéndonos cargo de nuestra misión en este planeta que es “SER FELIZ”.
Un abrazo,
Keyla
Pd: foto de libre uso de pixabay.com
