Existen momentos en la vida que nos sorprenden, experiencias que no imaginábamos vivir, situaciones que nos confrontan y cambios que hacen que nuestros miedos salten de su escondite.
Algunas veces nuestro cuerpo, intuición o percepción nos dan señales de que ya no encajamos con ciertos lugares o personas y esto es debido a que somos energía y simplemente llega un momento en que las frecuencias simplemente son diferentes… ¡Cambian!
Pero, nuestro ego se resiste a esa verdad, creemos que tenemos el poder para resolver o controlar todas las situaciones, y permanecemos de manera terca y rígida inmersos en situaciones que no nos gustan, haciéndonos infelices.
Cuando no nos damos la oportunidad de “escuchar” esa voz interna dentro de nosotros, que sabiamente nos señala que ya ese ciclo se cerró, es cuando vienen los inconvenientes, nos enfermamos, nos accidentamos, nos pasa de todo…porque nuestra alma de alguna manera se hace escuchar y el instrumento que tiene para hacerlo es nuestro cuerpo.
A veces a través del dolor es que logramos entender y hacer caso a esa voz interna, debemos estar atentos, presentes y que nuestro sensor para permanecer en una experiencia sea en función de cuanta felicidad nos genera.
Y recordemos, todo cambia…. Y nosotros no somos la excepción.
Un abrazo
Keyla
Pd: foto de libre uso de pixabay.com
