Resulta curioso cómo se nos hace fácil dejar de querernos, algunas veces nos olvidamos de nosotros y entregamos todo a lo que erróneamente pensamos es muy importante.
Eso a lo que llamamos importante puede ser una persona, empleo u objeto. Entregamos afecto, tiempo, atención, años de nuestra vida, pensando que es lo correcto; bien sea por alguna creencia que tenemos arraigada que nos hace suponer que estamos actuando desde el amor.
Nos postergamos en función de otros, olvidamos nuestros sueños, nos descuidamos…
Y de repente por arte de magia, algo nos confronta y nos permite ver, que estamos actuando a la inversa. Que no es el otro o lo otro “el amor de tu vida”… porque el amor de mi vida, soy yo!. Solo que lo había olvidado.
Y tú ¿Ya te recordaste que eres lo más importante de tu vida?
Un abrazo
Keyla
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